Metodología

Los principios metodológicos que se emplearán para la fijación del texto crítico de las cantigas son los asentados por la tradición, básicamente, y para aquellos poemas que cuenten con varios testimonios, los manejados por la edición reconstructiva, basada en los presupuestos establecidos en la primera mitad del siglo XIX por el clasicista alemán Karl Lachmann y sus contemporáneos, con los añadidos y mejoras aportados, después, por la escuela italiana (M. Barbi, G. Contini, d’A. S. Avalle, entre otros). 
Más fino habrá que hilar en el caso de las piezas enviadas por un único manuscrito (véase Arbor Aldea 2017a): en este caso apostamos por la corrección frente al injustificado conservadurismo de las ediciones tradicionales y por unos criterios gráficos que superen la mal entendida ecuación texto igual a testimonio, habida cuenta de que preparamos una edición crítica y no una presentación de los poemas al público bajo cualquier otro posible formato. 
Estos principios se conjugarán con los datos que han proporcionado los estudios sobre la tradición manuscrita gallego-portuguesa, sin que esto sea óbice para evitar la collatio, uno a uno, de los relatores, y con unos criterios de presentación gráfica de los textos que son los consensuados en 2006 por parte de los principales estudiosos de la lírica en Galicia (véase Ferreiro & Martínez Pereiro & Tato Fontaíña 2007), criterios estos que han ido afinándose conforme avanza el proyecto y que facilitan enormemente la lectura e interpretación de las cantigas, dado el carácter unívoco de las marcas tipográfico-textuales que proponen. 
Se procura también ofrecer una puntuación unitaria para el conjunto de los poemas, así como la aplicación de unas mismas pautas segmentativas, ya que, como es bien sabido, segmentación y puntuación marcan la hermenéutica del texto. Además, se respetará en todo momento la variación interna del corpus, un corpus complejo que es el resultado de la fusión de la obra de 150 trovadores de muy diversas procedencias que han compuesto sus cantigas a lo largo del siglo y medio de vida de la escuela. 
Finalmente, se tendrá siempre presente el principio de las “sílabas contadas” que gobierna la lírica que nos ocupa (Arbor Aldea 2008, 2012a, 2012b, 2013). Este principio tendrá particular utilidad durante la fase de enmienda de la lección manuscrita, sin que ello sea óbice, de nuevo, para realizar integraciones y supresiones en el texto que no estén avaladas por una visión global del corpus, de la que ahora, por fin, disponemos.